Espacios de reflexión
¿Qué se debería enseñar en la informática?
Mi opinión sobre este tema se que será algo contradictorio en cuanto apoyo a las buenas obras que hace el gobierno con el área de educación pero mientras los gobiernos de varios países de América Latina destinan grandes cantidades de dinero para entregar una netbook a cada niño o adolescente de las escuelas públicas, los docentes no saben bien qué hacer con esta herramienta. Si analizamos la situación de las escuelas privadas, encontramos que la “clase de Informática” es un compartimiento estanco donde los alumnos aprenden a usar diferentes herramientas, de acuerdo con la pericia y la formación del profesor de turno.
Es evidente que la inversión tecnológica no ha sido acompañada por una capacitación adecuada de los docentes, y que la falta de diseños curriculares de Informática a nivel nacional ha creado un espacio vacío que se puede llenar con contenidos y herramientas muy diversas. En el medio de ese espacio vacío están los alumnos, que no solo son ”nativos digitales” que nacieron y crecieron rodeados de aparatos y dispositivos de conectividad de todo tipo y están moldeados por la impronta tecnológica, sino que además son los futuros trabajadores, profesionales, dirigentes y ciudadanos que deberán desempeñarse en diversos ámbitos utilizando estas herramientas.
Creo que la informática debe aplicarse desde ese punto, es decir, desde los requerimientos de los alumnos, e ir avanzando en la medida que busquen más sofisticación. Generar un programa de aprendizaje mezclando otros programas de otras asignaturas en cuanto a contenido y según los alumnos lo requieran. Creo que esa sería la manera de ir creando un programa de estudios. Como normalmente los programas de las asignaturas o materias son iguales año tras año (con alguna leve diferencia) no sería difícil amoldar la enseñanza de las nociones básicas de diferentes programas a las asignaturas o requerimientos de los alumnos.
De acuerdo con los Estándares de Competencias en TIC para docentes, elaborado por la UNESCO en el año 2008, “para vivir, aprender y trabajar con éxito en una sociedad cada vez más compleja, rica en información y basada en el conocimiento, estudiantes y docentes deben utilizar la tecnología digital con eficacia. En un contexto educativo sólido, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) pueden ayudar a los estudiantes a adquirir las capacidades necesarias para llegar a ser:
– competentes para utilizar tecnologías de la información;
– buscadores, analizadores y evaluadores de información;
– solucionadores de problemas y tomadores de decisiones;
– usuarios creativos y eficaces de herramientas de productividad;
– comunicadores, colaboradores, publicadores y productores; y
– ciudadanos informados, responsables y capaces de contribuir a la sociedad.”
Es evidente que para poder alcanzar estas competencias, la enseñanza de la Informática en el ámbito educativo no puede reducirse a un entrenamiento ofimático, aunque también es cierto que no puede excluirlo. El uso de herramientas informáticas en la escuela debe integrar el desarrollo de competencias para buscar información y seleccionarla con sentido crítico, elaborar informes con procesadores de texto, manipular información estadística con planillas de cálculo, y diseñar presentaciones con diapositivas o editar un video para apoyar una exposición oral.
Pero además, deberían aprender a trabajar en forma colaborativa –editando documentos en forma conjunta o participando de una video conferencia- a través de los servicios a los que hoy podemos acceder en la “nube”.
Y estas herramientas deberían ser accesibles para los docentes de cualquier nivel y área, desde un enfoque integrador en el que las herramientas informáticas ocupen precisamente ese lugar, el de “herramientas” o recursos necesarios para llevar adelante un proyecto.
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